Sin duda, todos los que nos dedicamos a proponer soluciones a los grandes retos que enfrenta el sector educativo hemos observado cómo a partir de la pandemia nuestros esfuerzos por convencer sobre el cambio y el impacto de la tecnología han disminuido exponencialmente y no han sido necesarios para captar la atención y sensibilizar a los responsables de las tomas de decisiones en las instituciones educativas.

Definitivamente, esta nueva realidad ha acelerado lo que ya venía ocurriendo y algunos no querían o no les interesaba ver: la incursión de un modo indefectible de la tecnología en lo social, lo económico y, finalmente, en lo educativo.

Hace unos meses Fundación Telefónica publicaba un interesantísimo informe sobre la Sociedad Digital en España 2019. En dicho informe, en el capítulo «Educando al Ciudadano del siglo XXI», entre las páginas 223 y 239, se abordaban algunas claves a los que se enfrenta la educación de hoy, estos son:

– La Alfabetización Digital como competencia crítica mas allá de la enseñanza del uso de la NN.TT.

– La importancia de que las Competencias Digitales sean tratadas de forma transversal no como materia sino como un recurso para el aprendizaje, al igual que leer y escribir.

– El Pensamiento Computacional como proceso para la resolución de problemas.

– La Inteligencia Artificial para la individualización y personalización de la experiencia de aprendizaje y el apoyo a la función docente.

– La Analítica del Aprendizaje aprovechando el potencial de la tecnología big data para construir el perfil de aprendizaje de los estudiantes.

En este último aspecto es en el que me gustaría centrar este post, por su importancia para que el blended learning (aprendizaje híbrido) y la personalización del aprendizaje – dos de los grandes retos que tienen los colegios – funcionen y obedezcan al objetivo que persiguen.

Además, sin una buena analítica del aprendizaje ese rol tan demando del docente, de acompañante del aprendizaje (un aprendizaje autónomo, autorregulado y personalizado) se torna muy complicado. Entonces, ¿de qué hablamos cuando hablamos de analítica del aprendizaje?

La analítica del aprendizaje es la combinación del big data, esa ciencia que identifica y encuentra patrones a partir del análisis de una gran cantidad de datos, con la pedagogía. Sin datos, no se puede medir, y sin medir no se pueden tomar decisiones no arbitrarias y basadas únicamente en la intuición, en este caso, sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje de un estudiante o grupo de estudiantes.

La analítica del aprendizaje es un ciclo que parte de la definición de aquello que se quiere medir en base a los objetivos de aprendizaje perseguidos, continua con la recolección de los datos asegurando su correspondencia con aquellos objetivos, sigue con la visualización (en tablas, gráficos,…) y análisis de los resultados obtenidos, y finaliza con la toma de decisiones sobre el proceso de enseñanza y/o aprendizaje.

La analítica del aprendizaje mide el progreso de cada estudiante y permite optimizar su aprendizaje. Además, ayuda al docente a la adaptación de su proceso de enseñanza a las necesidades individuales de su alumnado (personalización).

La analítica del aprendizaje es una herramienta fundamenta para poder desarrollar una adecuada evaluación formativa. Esa evaluación más centrada en el proceso de aprendizaje que en la medida estática final del mismo (evaluación sumativa) y, por lo tanto, permite prevenir frente al corregir y. garantizar un aprendizaje más significativo.

La analítica del aprendizaje sobrepone la toma de decisiones sobre cómo los estudiantes pueden aprender mejor frente al simple juicio sobre lo que éstos saben o no saben como persigue la calificación.

Los beneficios de tener una buena analítica del aprendizaje son claros:

– Mejora el desempeño de estudiantes y docentes.

– Optimiza la calidad de los contenidos ya que permite medir su consumo.

– Identifica factores de éxito académico.

– Ayuda a diseñar el curriculum e itinerarios.

Sin embargo, la obtención de una adecuada analítica del aprendizaje no está exenta de retos:

– Asegurar la accesibilidad a los datos (EL COMBUSTIBLE) ante las lógicas restricciones legales cada vez más exigentes en temas de seguridad de datos y las reticencias de docentes, familias y estudiantes ante el desconocimiento de para qué van a ser usados esos datos.

– Construir conexiones cada vez más sólidas entre los datos, el proceso de enseñanza y aprendizaje, y los objetivos que se persiguen.

En esta nueva era del aprendizaje es fundamental contar con información que permita tomar decisiones pedagógicas ágiles y que dé respuesta a las necesidades de aprendizaje de hoy.

Desde EIM Learning – PROGRENTIS nos estamos aproximando a este nuevo reto digital y educativo de esta manera: https://youtu.be/kN8a13K8r2o

¿Quieres más información? ¡Escríbenos directamente https://wa.me/message/OQ6HWO3V6HH4O1!

Pedro Beneit Sierra

Director Comercial EIM Learning

Categorías: Aprendizaje

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