Hablar de futuro en Educación, sobre todo teniendo en cuenta la nueva realidad que comenzamos a vivir, nos suena a incertidumbre. Docentes, familias, incluso el propio alumnado, se cuestionan qué forma tendrá la formación a partir de ahora.

Algunos interrogantes son los siguientes:

¿Será presencial, en línea o mixta?, ¿se crearán nuevos espacios para trabajar por vías alternativas?, ¿tendrá la misma importancia el aprendizaje de ciertos contenidos o se consolidará un nuevo prisma pedagógico?, ¿el camino de la evaluación será sobre la senda formativa o seguirá más transitado en la calificativa? …

Éstas y muchas incógnitas más, sin respuestas certeras, están abiertas a múltiples posibilidades de acción. Sin embargo, hay hechos que no se nos pueden antojar como inciertos, como es la transición de los contextos dentro y fuera de la escuela como dos realidades diferentes, ajenas, sin conexión.

Nuestra sociedad actual, demanda el desarrollo de ciertas habilidades en las personas acordes a los cambios que se van produciendo en ella. Las Competencias Digitales son un ejemplo; contempladas en el Marco Europeo DIGCOMP. Éstas van mucho más allá de la alfabetización digital para un correcto uso de las Nuevas Tecnologías, considerándose como una competencia crítica. Esto quiere decir que el educando debe tener la capacidad de poder filtrar una información que busca y lee en la web, valorar el nivel de credibilidad de la misma, seleccionar las partes que le interesan para poder compartirla, comunicarla, modificarla e incluso crear una nueva que la apoye o la contradiga, sin obviar, los protocolos de seguridad y netiqueta que debe seguir para proteger no sólo sus dispositivos, también su privacidad y bienestar personal.

El Informe de la Fundación telefónica “Sociedad Digital en España 2019”, manifiesta la importancia del Pensamiento Computacional, como proceso de resolución de problemas y tendencia a incluir en el Currículo Educativo Europeo (Páginas 223-239) El progreso de las habilidades computacionales de un usuario implica algunos de los siguientes conocimientos: descomponer un problema en otros más pequeños, reconocer patrones repetitivos en los mismos y abstraer información irrelevante del problema propuesto.

Ambas competencias mencionadas, Digital y Computacional, nos llevan al fomento del: pensamiento crítico-divergente, trabajo colaborativo y comunicación, en nuestros procesos de educación, ya sean en nuestras aulas o desde nuestras casas.

Sabemos que una educación de calidad es la que atiende de forma personalizada a las necesidades del educando. En este caso, cabe destacar el concepto Learning analytics o Analítica del aprendizaje, como especialidad que usa el Big Data, para una mejor comprensión de los estilos de aprendizaje del alumnado, identificando obstáculos, mejorando su rendimiento.

Desde EIM learning, apostamos por una educación coherente para los ciudadanos del siglo XXI, ofreciendo diversas soluciones educativas digitales (Progrentis, Accelium…), desarrollando destrezas cognitivas, evaluando su nivel de logro mediante gráficas analíticas, relacionadas con los estándares de aprendizaje evaluables presentes en el MEC. Además, nuestras soluciones vienen acompañadas de un equipo de asesores pedagógicos para brindar su óptima implementación.

Solicita más información, sin compromiso, de nuestras soluciones educativas digitales al siguiente email: info@eimlearning.com

Mar Carrasco.

Asesora pedagógica EIM learning. 

Categorías: Educación

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